El aceite de palma es un aceite de origen vegetal que se obtiene del mesocarpio de la fruta de la palma Elaeis guineensis. Es el tipo de aceite con más volumen de producción, sólo superado por el aceite de soja.1 El fruto de la palma es ligeramente rojo, al igual que el aceite embotellado sin refinar. El aceite crudo de palma es una rica fuente de vitamina A y de vitamina E.
Su consumo, además del riesgo para la salud, genera la destrucción de bosques tropicales y la desaparición de especies como el orangután. Los consumidores pueden contribuir a evitarlo gracias a los certificados que avalan su producción sostenible. Sellos como los de RSPO o GreenPalm son cada vez más solicitados por empresas de todo el mundo, aunque no están exentos de críticas.
Uno de cada dos productos del supermercado utiliza aceite de palma, según la organización conservacionista WWF: margarina, cereales, patatas fritas, dulces, jabones, cosméticos, etc. Los consumidores no conocen este dato aunque lean la etiqueta, que lo cita como "grasa o aceite vegetal". Los expertos recuerdan que este tipo de aceite contiene grasas saturadas, nocivas para la salud cardiovascular.
El medio ambiente también sale perjudicado por el uso masivo del aceite de palma. WWF denuncia que grandes áreas de bosques tropicales se han destruido para instalar monocultivos de palma. Animales como rinocerontes, elefantes o tigres se encuentran en grave peligro al quedarse sin sus hábitats naturales. El orangután, endémico de Indonesia, estaría al borde de la extinción por el impacto de estos cultivos, que aumentaron su uso como agrocombustible, según Karmele Llanos, de la ONG International Animal Rescue.
Malasia encabeza, con el 54%, la producción de aceite de palma certificada por el RSPO. Le sigue Indonesia (35%), Papua Nueva Guinea (10%) y Colombia (1%). Hay que recordar que esta planta solo crece en zonas tropicales.
IKEA utiliza en la fabricación de sus productos el 0,1% de la producción mundial total de aceite de palma. Con todo, queremos actuar para ejercer una influencia positiva en la producción, la cosecha y el procesamiento de los frutos que se utilizan para obtener este tipo de aceite, antes de que el producto final se utilice en nuestras velas. Como dato, podemos decir que el 80% del aceite de palma que empleamos se dedica a la fabricación de velas, y el resto se usa principalmente en productos de alimentación.
IKEA ha decidido adquirir certificados RSPO (Mesa Redonda sobre Aceite de Palma Sostenible) para el volumen total de aceite de palma que utiliza en sus productos para, de esta manera, estimular la producción sostenible de aceite de palma. Las primeras adquisiciones se van a realizar a finales de 2010.
Su consumo, además del riesgo para la salud, genera la destrucción de bosques tropicales y la desaparición de especies como el orangután. Los consumidores pueden contribuir a evitarlo gracias a los certificados que avalan su producción sostenible. Sellos como los de RSPO o GreenPalm son cada vez más solicitados por empresas de todo el mundo, aunque no están exentos de críticas.
Uno de cada dos productos del supermercado utiliza aceite de palma, según la organización conservacionista WWF: margarina, cereales, patatas fritas, dulces, jabones, cosméticos, etc. Los consumidores no conocen este dato aunque lean la etiqueta, que lo cita como "grasa o aceite vegetal". Los expertos recuerdan que este tipo de aceite contiene grasas saturadas, nocivas para la salud cardiovascular.
El medio ambiente también sale perjudicado por el uso masivo del aceite de palma. WWF denuncia que grandes áreas de bosques tropicales se han destruido para instalar monocultivos de palma. Animales como rinocerontes, elefantes o tigres se encuentran en grave peligro al quedarse sin sus hábitats naturales. El orangután, endémico de Indonesia, estaría al borde de la extinción por el impacto de estos cultivos, que aumentaron su uso como agrocombustible, según Karmele Llanos, de la ONG International Animal Rescue.
Malasia encabeza, con el 54%, la producción de aceite de palma certificada por el RSPO. Le sigue Indonesia (35%), Papua Nueva Guinea (10%) y Colombia (1%). Hay que recordar que esta planta solo crece en zonas tropicales.
IKEA utiliza en la fabricación de sus productos el 0,1% de la producción mundial total de aceite de palma. Con todo, queremos actuar para ejercer una influencia positiva en la producción, la cosecha y el procesamiento de los frutos que se utilizan para obtener este tipo de aceite, antes de que el producto final se utilice en nuestras velas. Como dato, podemos decir que el 80% del aceite de palma que empleamos se dedica a la fabricación de velas, y el resto se usa principalmente en productos de alimentación.
IKEA ha decidido adquirir certificados RSPO (Mesa Redonda sobre Aceite de Palma Sostenible) para el volumen total de aceite de palma que utiliza en sus productos para, de esta manera, estimular la producción sostenible de aceite de palma. Las primeras adquisiciones se van a realizar a finales de 2010.


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