El Argan (Argania Espinosa) es un árbol originario de Marruecos que constituye la segunda reserva forestal del país, el cual puede llegar a vivir hasta 200 años.
Su fruto color verde -de aspecto parecido a una aceituna gigante- tiene un olor dulce pero un sabor desagradable. Aún así, contiene un verdadero tesoro: una nuez muy dura con unas pequeñas semillas ricas en aceite.
El aceite es muy nutritivo, y - cosa aun más importante -rico en ácidos grasos esenciales y antioxidantes. Usado localmente hace mucho tiempo como elemento medicinal y cosmético, también ha sido utilizado para mojar pan y como aliño para ensaladas. (Actualmente es un ingrediente cosmético y terapéutico de efectividad comprobada científicamente, ya utilizado en Europa y América del Norte).
Las cooperativas de mujeres están específicamente desarrolladas para fortalecer a las mujeres rurales de Marruecos. El objetivo principal de éstas dedicadas mujeres es salvar y proteger el bosque de argán.
Las cooperativas trabajan para lograr su meta por medio de tres objetivos. El primero es hacer un llamado a la conciencia a la población local sobre la importancia del árbol de argán y sobre los problemas relacionados a la fragilidad del bosque de argán. El Segundo es proveer los recursos necesarios para organizar la producción tradicional de aceite de argán. Tercero, las mujeres están desarrollando maneras para comercializar los productos de aceite de argán que despertarán la conciencia de ésta causa influyente.
Los pilares de estas iniciativas son el comercio justo y el desarrollo sostenible. Se le garantiza a las mujeres un salario competitivo a través del comercio justo. Este ingreso fundamental propulsa el estatus social de las mujeres y las cooperativas les permiten escaparse del aislamiento que sufrirían de otra manera. Sumado a sus ganancias, se le brinda a las mujeres oportunidades de crecimiento personal a través de la educación. La gran alfabetización y los programas de educación ambiental de las cooperativas, enseñan habilidades de negocio, y las mujeres participan activamente en la toma de decisiones.
El objetivo secundario de las cooperativas es que las mujeres utilicen sus conocimientos para cosechar la fruta del argán de una manera respetuosa respecto al medio ambiente. La preservación y la regeneración del bosque de argán es el punto central de cada paso del proceso de cosecha.
Cada mujer contribuye con los proyectos de reforestación plantando no menos de 10 nuevos árboles por año.
Se estima que tres millones de personas que viven en las zonas rurales dependen del ingreso del aceite de argán. Las mujeres toman la responsabilidad total de la cosecha y producción del aceite de argán debido al impacto directo sobre su estatus socioeconómico. Apoyando a Argan Oils, usted no sólo preserva la salud de su piel y de su cuerpo, sino que también contribuye a la protección del árbol de argán y al fortalecimiento de las mujeres que producen éste extraordinario aceite.
Las cabras que ayudan a cosechar las semillas, les prohíben entrar al bosque hasta que los frutos hayan madurado; en el tiempo justo, hacen frente a las espinas y trepan a los árboles, comiendo la carne de sabor desagradable de los frutos. Las nueces descartadas por las cabras luego se rompen a mano entre dos piedras - un proceso muy laborioso - para extraer el fino aceite.
Lo llaman "el dador de vida en Marruecos", el único lugar donde crece. La plantación de árboles del Argan se extiende aproximadamente en 750.000 hectáreas, en el triángulo formado por Essaouira, Agadir y Taroudant.
Este árbol de la familia de las Sapotáceas, es particularmente resistente a las condiciones secas y áridas de esta zona. Puede tolerar de hecho las temperaturas que van de 3 hasta 50°C, y se conforma con un nivel de lluvias muy escaso. Poco conocido en otras partes –ni siquiera en el resto de este país en el norte de África- el argan sobrevive luchando contra la desertificación y proveer valiosos productos y trabajo para los beréberes, el pueblo autóctono de la zona.
Superviviente de la era terciaria, su capacidad de resistencia al calor y a la sequedad, permitió que él se adaptara a los suelos más pobres. El Argan crece de manera salvaje y en abundancia en las regiones áridas y semiáridas del Sur-oeste de Marruecos, donde representa un elemento irreemplazable en el equilibrio ecológico y en la salvaguardia de la biodiversidad. Retorcido y espinoso, envía sus raíces profundamente a la tierra en busca de agua, uniendo el suelo contribuyendo al mantenimiento de la tierra y permite luchar contra la erosiín de las aguas y del viento que amenazan desertificar buena parte del área.
Las cáscaras de nuez se queman como combustible. La madera del argan - conocida como "madera de hierro marroquí" - es muy valorada, y se usa para incrustaciones en cajas de taracea. Nada es desperdiciado. Varias cooperativas de mujeres han empezado a cosechar el aceite para exportación, ofreciendo muy necesarios empleos.
Investigan las propiedades del jugo de las semillas del argán, árbol que crece en Marruecos y que produce 'oro líquido' a 50 euros el litro.
Su aroma recuerda a la almendra tostada, tiene un color amarillo anaranjado y un sabor no demasiado amargo, se trata del aceite de argán, o como allí lo llaman, el oro del desierto. Expertos del Departamento de Nutrición de la Universidad de Granada (UGR) investigan las propiedades de este
singular alimento.



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